LA AGENDA AMAZÓNICA DE YEHUDE SIMON
Róger Rumrrill
El día en que juramentó como Presidente del Consejo de Ministros, el 14 de octubre, a Yehude Simon Munaro el presidente Alan García Pérez le asignó una misión (para muchos) prácticamente imposible: lidiar contra la inflación, la pobreza y la corrupción.
Una tarea sino imposible pero difícil de enfrentar y resolver porque el régimen alanista sigue aferrado al catecismo neoliberal cuando el sistema naufraga en todo el mundo, un modelo que no “chorrea” y que sigue siendo una fábrica de pobres porque no distribuye riqueza sino que lo concentra y que, en el caso del Perú, tiene un agravante: la casi atávica corrupción que como un cáncer terminal corroe el cuerpo de la nación.
Pero el ahora Primer Ministro y todavía Presidente del Gobierno Regional de Lambayeque ha aceptado el reto y ha precisado las prioridades de su gestión, sumadas a la tarea de romanos encomendada por García Pérez: inclusión social, apertura al diálogo con todos los actores sociales y políticos, impulso a la agricultura y nuevos arrestos para avanzar en el proceso de descentralización y regionalización.
Los errores de García en la Amazonía
Uno de los más graves errores políticos del gobierno de Alan García es su pretensión de abrir el mercado de tierras de la Amazonía al gran capital con un paquete de normas inspiradas en su filosofía del “perro del hortelano” y bajo el argumento de la implementación del asimétrico Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, resistido hasta ahora con éxito por los pueblos indígenas amazónicos.
Este no ha sido el único error cometido por García con la Amazonía Peruana. A las pocas semanas de iniciado su segundo mandato, ordenó la eliminación de las exoneraciones tributarias establecidas por la ley 27037 provocando una encendida reacción en toda la Amazonía. Por eso, todo el año 2007 fue un tira y afloja de negociaciones entre el ex Primer Ministro Jorge del Castillo Gálvez y el también ex Ministro de Economía, Luis Carranza y los Presidente de los Gobiernos Regionales de la Amazonía, Loreto, Madre de Dios, San Martín, Ucayali y Amazonas.
Para los pueblos indígenas amazónicos organizados en la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva (AIDESEP) y otros gremios y organizaciones sociales de la Amazonía la derogatoria de los decretos legislativos 1015 y 1973 no es suficiente. Se está exigiendo la derogatoria incluso de todo el paquete de más de cien decretos legislativos. Con este propósito, los Frentes de Defensa de las cinco regiones amazónicas anuncian un paro indefinido a partir del 10 de noviembre próximo. Esta vez, la batalla contra la obsesión entreguista de Alan García convoca a toda la sociedad civil amazónica.
La agenda amazónica de Yehude Simon
Dialogar con AIDESEP y la representación de los Frentes de Defensa de la Amazonía para la derogatoria o revisión de los decretos legislativos que son una mayor amenaza para la Amazonía como el decreto legislativo 1090, la Ley Forestal y de Fauna o el proyecto de ley 825 para el otorgamiento y aprovechamiento de restingas o tierras inundables será la primera prueba de fuego amazónico de Simon Munaro.
A ello hay que agregar la necesidad de viabilizar las demandas de la III Cumbre Amazónica de Yurimaguas, del 21 de setiembre pasado, que exigen la modificatoria de los decretos 1064, 1081, 1089 y otros que promueven la privatización de las tierras, el agua, los bosques, hidrocarburos, puertos y aeropuertos, debilitando al Estado justo cuando las naciones ricas y desarrolladas nacionalizan los bancos y devuelven al Estado moderno su rol regulador y promotor.
Otro punto vital de esta agenda tiene que ver con la situación de los bosques amazónicos, bajo la administración del Ministerio de Agricultura. La tala ilegal de madera, especialmente de caoba y cedro, sigue imparable, favorecida por la corrupción y la incapacidad técnica del INRENA. El masivo contrabando de madera no sólo ha puesto en alerta a los negociadores estadounidenses del TLC, sino que lo peor para la Amazonía y el país es que el capital genético que nos coloca en una posición privilegiada para negociar los certificados de carbono con nuestros bosques está en grave riesgo.
Hay dos puntos básicos en la agenda amazónica que Yehude Simon tendrá que hacerlos suyos porque además coinciden con sus prioridades: apoyar el proceso de creación de una Macro Región Amazónica y apuntalar políticamente la propuesta de una Ley Marco de Inversiones y de Desarrollo Sostenible de la Amazonía Peruana que la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República, presidida por el congresista ucayalino, Róger Nájar Kokally, está elaborando y será presentada en esta legislatura.
Sin duda esta es una agenda “dura” en términos políticos porque su trámite y resolución compromete muchos esfuerzos y toca muchos intereses: el centralismo limeño, la camisa de fuerza del sistema, la oposición de la derecha económica y política.
Pero Yehude Simon tendrá una aliada oportuna y estratégica: la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) de la que fue coordinador, ahora bajo la batuta de César Villanueva Arévalo, también presidente del Gobierno Regional de San Martín.
Para Villanueva Arévalo la llegada de Simon Munaro al premierato es una oportunidad inmejorable para continuar con el proceso de construcción y ejecución de la agenda amazónica y fortalecer la unidad de la Amazonía mediante el fortalecimiento del Consejo Interregional Amazónico (CIAM).
MOVIMIENTO MACROREGIONAL DEL CUSCO
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miércoles, 22 de octubre de 2008
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