MOVIMIENTO MACROREGIONAL DEL CUSCO
PROYECTO PUEBLO
Construyendo una alternativa desde el pueblo

lunes, 22 de diciembre de 2008

LA CRISIS Y LAS OPORTUNIDADES

La crisis y las oportunidades

Roberto Aguilar Valera

Otra vez al Presidente García se le ocurrió hablar de Economía y tan claro lo hizo que el jueves pasado invocó a los empresarios “a cuidar y mantener el empleo…que si este año no se gana y se mantiene la empresa funcionando esta bien”, pero que no llama “a perder dinero, pero lo primero es limitar el margen de ganancia”. Aunque ya no está Cantinflas para que traduzca, suena a algo así como que los empresarios hagan que el capital se mantenga constante en el tiempo. ¿Estará confundiendo los textos de economía con la realidad?, ¿se estará tomando en serio las robinsonadas de la economía marginal? Trabajadores despedidos, empleos desprotegidos, sueldos de hambre, parecen sonarle como ocupaciones ajenas al Estado. De hecho, Luis XIV no puede con el mercado. Sin embargo, al margen del impacto mediático y populistas de tales declaraciones, hay que destacar como el gobierno y los sectores dominantes van definiendo a los “ganadores” y a los “perdedores” de esta crisis. Es más, por boca del mismo gobierno, los empresarios deben “limitar el margen de ganancia”. Ya tenemos a los ganadores. Es la zona privilegiada donde no habrá impuestos a las sobreganacias, nacionalizaciones no requeridas, reducción de sueldos en el sector público y menos aún Emperadores franceses que prediquen con el ejemplo: trabajar duro y vivir con diez lucas.

Por otro lado los fieles del catastrofismo, del derrumbe y agonía final del Capitalismo, están comenzando ha confundir las comparaciones de la actual crisis con la crisis de 1929 (comparaciones que se hacen en función de magnitudes) con el hecho de estar en un escenario similar al de 1929. Primero hay que despertar: los centros de decisión política siguen en manos de los responsables de la crisis, también en las de los apologistas y operadores locales. Segundo, que la política neoliberal- al margen de su descrédito- sigue al mando. Sus funciones de proteger al Gran Capital (privatizar las ganancias y socializar las pérdidas) y de mantener al Estado al mínimo en lo que respecta a las políticas públicas o sociales contra la crisis financiera no se han desactivado. Tercero: la movilización popular de principios de los treinta del siglo pasado es incomparable, en términos de magnitud y organización, con la actual.

Es un hecho que nada va a volver a la “normalidad” de la “prosperidad ilimitada” de carácter financiero, sin embargo advirtamos que la crisis económica está abriendo un abanico de posibilidades de transformación, pero no todas ellas son únicamente favorables a alternativas libertarias. La crisis de 1929 creó escenarios favorables para los nacimientos de los fascismos europeos y por nuestro lado, de militarismos como el de Sánchez Cerro. En un escenario más particular, recordemos que el desgobierno y la crisis económica de inicios de los noventas -situaciones bastante extremas teniendo como responsables al gobierno aprista y a Sendero Luminoso- favorecieron el surgimiento de la dictadura fujimorista.

Por lo tanto, la importancia de monopolizar todo centro de decisión política es indispensable para que los “ganadores” del sistema puedan arribar a un escenario post crisis con sus privilegios intactos.

Una crisis de esta magnitud no puede ser encarada por el movimiento social sin plantear alternativas. Las posibilidades de abrir el debate y espacios mediáticos involucrando a todos los sectores sociales afectados por la debacle económica deberían –creo yo- proponerse trascender las generalidades, las perogrulladas y las sátiras contra las figuras del gobierno de turno (pero que tampoco deben faltar). Discusiones sobre si Barack Obama o Alan García salvarán al mundo de la debacle financiera dejémoselas a los conservadores y a los “expertos en economía” que ven como su adorado Milton Friedman rueda cuesta debajo de la manera más deshonrosa. Mejor es pensar en la construcción consensuada de un ideario y un mensaje colectivo, comenzando por cuestionar el modelo económico desde el cual se nos ofrece una salida donde se nos ha designado de antemano –y sin consultarnos- como las víctimas. Un nuevo discurso del progreso social y de la soberanía de los pueblos que se concrete como práctica democrática, cuyo lado crítico combata el modo de vida capitalista en su aspecto alienante, consumista y destructor del medio ambiente*.


* Samir Amín: “¿Debacle financiera, crisis sistémica?” Informe introductoria. Foro mundial de las alternativas. Caracas. Octubre del 2008.

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